Hierbas aromatizando los aires, frutos maduros acompañando las veredas.

El padre sol aún no entrega sus rayos majestuosos, la madre tierra se prepara para recibir nuevas semillas, otoño, tiempo de preparación. Los pequeños espacios rurales de la ciudad se alegran al recibir a nuevos/as horticultores/as dispuestos/as a danzar con la luna, con el agua.

jueves, 7 de enero de 2010

Ciclista Estirada

Montada en su caballete metálico de dos ruedas altas, pretenciosa pedaleaba la joven por plena Avenida, junto a romeros oscurecidos por el esmog, lavandas florecidas y bocinazos a media cuadra. Sin temor en su recorrido, sentía que el camino era suyo, que todos los automovilistas la miraban, creyéndose el centro del mundo. De pronto, en medio de su engreído pedalear, un perro la adelantó corriendo. -¿Un perro?-, sí un animal canino corriendo presuroso. Paraba en cada semáforo junto al auto de su amo, un perro corre más que el bicicletacéntrico impulso. Era un perro enorme y galopaba hasta perderse entre los autos.

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