Hierbas aromatizando los aires, frutos maduros acompañando las veredas.

El padre sol aún no entrega sus rayos majestuosos, la madre tierra se prepara para recibir nuevas semillas, otoño, tiempo de preparación. Los pequeños espacios rurales de la ciudad se alegran al recibir a nuevos/as horticultores/as dispuestos/as a danzar con la luna, con el agua.

martes, 28 de septiembre de 2010

Porotitos en el barrio


Llegan un puñao de porotitos de colores, para treparse en las cañas dulces de nuestros choclos.
¡Vamos chiquillos!, tienen que lucir sus vainas, resplandecer en el valle del Mapocho, como siempre lo han hecho. ¡Trepen, trepen y dejen que los niños se cuelguen de sus enredaderas!

Trigos saludan al pasar

Abramos el paso a los brotes de primavera


Nuevas chacras urbanas crecen en el suelo vivo que deja la ciudad, libres y asombrosas se expresan despacito. De pronto, se encuentra con algún misterioso manzano que florece año a año en una de las calles de Ñuñohue. Nadie notaba que era un manzano perdido en el tiempo. Hasta que el trigo vino a acompañarle, luego los choclos y los porotos.