Hierbas aromatizando los aires, frutos maduros acompañando las veredas.

El padre sol aún no entrega sus rayos majestuosos, la madre tierra se prepara para recibir nuevas semillas, otoño, tiempo de preparación. Los pequeños espacios rurales de la ciudad se alegran al recibir a nuevos/as horticultores/as dispuestos/as a danzar con la luna, con el agua.

martes, 23 de noviembre de 2010

Trigos dorados en la calle ñuñoína


Sembrados en mayo se aprontan a la cosecha. Más allá de comer, también se trata de conocer, sentir y disfrutar, aún más cuando son niñ@s quienes diariamente habitan este lugar. Actualmente, la trilogía andina de choclo, poroto y zapallo acompañan las siembras de invierno. Los porotitos han mostrado sus primeras flores rojas y los choclos comienzan a espigar.
¡Arriba la huerta urbana!

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